ya no somos los mismos

ya no somos los mismos

“Este disco soy yo viviendo el duelo de una separación”, comenta Elsa Carvajal sobre ya no somos los mismos, su tercer álbum. “Son dos años de atravesar esa pérdida. Mientras lo hacía, sentía mucha confusión. No sabía qué iba a pasar con mis materiales, con mi proyecto, con nada, porque era una persona con la que también trabajaba creativamente”. En 2020, pasada la turbulencia de la ruptura, un contrato con Sony le permitió a la cantante y compositora colombiana llevar su música por caminos con los que antes sólo había soñado. De ahí el homenaje a Joe Arroyo que hace en “tal para cual”, la bachata “atravesao” y la colaboración con Malay, que están entre los momentos más experimentales de una carrera en la que el riesgo ha sido ingrediente esencial. “Hay una liberación en el hecho de saber que puedes trabajar con quien quieras”, explica. “Parte de vivir la vida es ir perdiendo el miedo. Lo único que busco es mantenerme enfocada en lo que estoy haciendo. La manera de mantener esa tensión en mi proceso creativo era tirándome sin temor a cualquier género que quisiera explorar”. Con el tiempo, canciones que nacieron sin un plan más allá de la necesidad de hacer música fueron dando forma a una narración de vida y artística. “Cuando las tuve, me di cuenta de que este era un disco donde tenía que darle cara a la pérdida y no disfrazarla”, concluye. Sigue leyendo para conocer cada tema a detalle. amantes y amigos “Quise hacer una exploración de una balada R&B sin miedo, dejar que mi voz sintiera y cantara sin contenerla. Creo que antes me contenía un poco. También me hice experta en descartar canciones. Puede que una ya esté terminada con la producción inicial, pero si hay algo que me dice que no estoy contenta del todo, se aborta y a empezar de cero. Esta la quiero mucho porque con ella aprendí eso en el proceso del disco. Habla de aceptar el dolor que cuesta despedirse, la pérdida de una amistad y amante. Aunque diga que era mi amante y ahora es mi amigo, al final se sabe que no va a ser ninguna de las dos cosas y voy a perder por completo a esa figura. Creo que la producción habla y también te dice eso”. vuelve “La primera que hice para el álbum. Cuando escuchas la canción, crees que estoy pidiéndole que vuelva conmigo. Vive lo que tengas que vivir, perdona a quien tengas que perdonar, pero vuelve a mí. Pero en realidad no es así, es ‘vuelve a ti, te devuelvo a ti y no hay más que hacer’. Al final se entiende que no te puedo cargar, que me estás haciendo demasiado daño. La producción nos costó muchísimo. Hay una voz en mi cabeza, a la que trato de escuchar, que tiene miedo del exceso de romanticismo en las letras. Aquí el reto era producir el tema para que fuera una balada, pero no una dulce y melosa. Me parece que lo logramos. Cuando empecé este disco, dije que quería hacer las baladas que escuchaba cuando era adolescente, pero de esta época. Creo que se redunda mucho en esa producción de las baladas románticas del 2000, que ya es aburrida. Quiero ser la baladista del 2022”. corazones negros “El lenguaje de internet es muy interesante. Cuando uno empieza a desarrollar las relaciones por chat, los emojis tienen un peso. Para mí, un corazón negro significa que hay cariño, pero no lo suficiente. Lo estaba mandando cuando me salió el coro: ‘Te mando corazones negros, porque aunque te amo creo que ya no puedo’. Es cariño con una barrera. Hice las primeras partes de la canción y después trabajé con Julián Bernal, una persona muy importante en mi proceso creativo. Agarró la guitarra y se inventó este lick tan específico para el tema. Sacamos una caja de ritmos y comenzó la exploración urbana. Armamos un demo y se lo enviamos a Alizzz, que hizo un trabajo increíble. Es uno de los pocos productores a los que no tuve que darle notas”. a tu ladito “El contraste es importantísimo en mi trabajo. Me encanta que mientras en la producción pasa algo, en la letra pase otra cosa. Recuerdo que hice ‘a tu ladito’ el día que se derrumbó el castillo. Siempre tuve claro que no iba a tener más que una guitarra y unas atmósferas. Hay temas que debemos honrar tal y como salieron, y este salió en la cama, con una guitarra y un sentimiento muy fuerte. No sale del deseo de cambiar la situación, sino de la necesidad de explorarla. Si escuchas todas las canciones, ves que estoy lidiando con cómo interiorizar una pérdida, no queriendo que vuelva esta persona. ‘a tu ladito’ resume eso muy bien”. y no lloro “La hicimos en Los Ángeles, sólo con el demo que yo hice, que ya tenía el beat que quedó. Trabajé con Julián y con Malay, un sueño hecho realidad porque es un productor que trabaja con artistas que me han inspirado, como Lorde, Frank Ocean y Lykke Li. Estar con él en el estudio fue uno de los parteaguas más grandes de mi trabajo. A veces necesitas que alguien que admiras te diga ‘Está increíble, sigue haciéndolo’. Fue la primera vez que sentí que una canción no necesitaba ser un hit. Esa es una presión que muchos tenemos detrás de la mente, pero Malay es una persona que ya llegó donde tenía que llegar y me transfirió esa sensación, que aunque siempre la he buscado, se me pierde por momentos. Es un tema muy importante en el disco”. hasta dónde se enamora “La inspiración básica fueron un dúo de hermanos colombianos que se llaman Ana y Jaime. Yo tuve una seria obsesión en mi infancia con una canción que se llamaba ‘Para Que’ y tiene una producción que ahora suena muy kitsch y ochentera. La hice con un Prophet (sintetizador de los años 70 y 80) y una caja de ritmos. Como en este disco no me quiero esconder, no quería hacer un tema cool con la intención escondida, sino un gran hit ochentero. Y eso intenté”. cómo acaba “Habla del final de una relación, de la necesidad de no repetir y la paz que se siente cuando en vez de pensar que perdiste seis años de tu vida, te dices ‘Ya me sé la historia, qué linda, dejémosla donde está’. La hicimos con Malay en Los Ángeles y fue una belleza. Es un ejemplo de cómo la música no necesita entenderse idiomáticamente para que haya conexión. Malay me preguntaba qué cantaba y yo se lo iba traduciendo. Capta la energía que se creó en el estudio. Es de las pocas que puedo volver a escuchar, gozarla y recordarla con mucho orgullo. Hay detalles experimentales en la producción, pero lo importante, otra vez, era crear una balada pop de esta época. Cuando la ensayamos con mi banda, yo estaba muy insistente en que le faltaba algo y no me terminaba de amarrar. Luego fuimos a hacer unos shows en Colombia y lo que pasó fue impactante. Estábamos en un estadio, abriendo para Zoé, y nadie nos conocía. Cuando llegó esta canción, una persona prendió una lucecita en su iPhone. Yo estaba cantando con los ojos cerrados y al abrirlos vi todo el estadio lleno de luces. No sé qué tiene, pero es algo que incluye a toda la gente que la escucha”. tal para cual “Simboliza el cambio entre el periodo de pérdida y la capacidad de volver a enamorarte. Soy muy fan de Joe Arroyo, un referente de la música tropical colombiana y un personaje absolutamente increíble e interesante. Más que un gusto, es un homenaje al Joe. Me sacaron las cintas que él grabó en la Fania, tuvimos que meterlas en el horno para conseguir rescatar los stems de toda la canción. Le escribí a su hija y a su biógrafo para saber si les parecía bien, porque no quería ser irrespetuosa. Para mí, la honra fue gozar junto a él, por eso se oyen amistades por ahí detrás, cantando y compartiendo”. último y primero “Un día me levanté con la idea de hacer una canción que fuera mitad R&B acústico y mitad muy electrónica, con un cambio fuerte. Le envié el demo a Julián, él grabó las baterías y la mandó de regreso. Fue todo absolutamente natural. Es una de mis favoritas y me divirtió muchísimo hacerla”. atravesao “Desde el principio tomé la decisión de no andar con medias tintas. No quería disfrazar la bachata con un beat electrónico. La compuse, Julián hizo la guitarra y después buscamos a Edu Cabra (productor puertorriqueño e integrante de Calle 13), porque sé que tiene un conocimiento de intérpretes y de la bachata muchísimo mayor que el mío. Él juntó a los músicos dominicanos, que grabaron sus partes con todo su flow, y así llegamos a un sonido autóctono. Luego Edu propuso que le diera un giro con beats y sintes, y fue muy interesante ser yo la que le dijera que no quería innovar, que mi intención era hacer una bachata fiel a la raíz. Hay unos coros de Vicente García espectaculares que la acercan más a lo que yo buscaba. Salió sin mucha pretensión en 2021, justo cuando estaban saliendo estas bachatas de C. Tangana y Nathy Peluso o la de ROSALÍA. Estábamos como sincronizados y hubo un pequeño boom”. rompas “Empezó con un demo que tenía ritmo de merengue. Estábamos completamente aburridos en mi casa, con Julián y unas amistades, y ya no queríamos hacer cosas normales. Lo único que tenía claro era empezar con esa línea de bajo. A partir de ahí construimos el beat y después trajimos a Manu Lara, un productor supercool. Es muy romántica, pero el contraste está en la diversión de la música. Al final, se escucha la voz de mi abuelo, que quería que le hiciera una canción como regalo de cumpleaños. En ese momento había unas marchas sociales muy fuertes en Colombia y sentí el impacto de ver a mi país así. En el outro del tema se escuchan las voces de las multitudes. En general, el disco está lleno de detalles así, algunos me los guardo después de haber compartido tanto”. primavera “Es un ejercicio pop que me costó muchísimo y contrasta con el resto del disco. La hicimos en una sesión de composición con artistas de Suecia y una banda de pop que se llama Matisse. Y resultó ser una gran canción. Siempre me siento incómoda abordando el pop con la intención directa de que sea pop. Con Nico Cotton intentamos meterle un poco de mugre y de guitarras más rock en la producción, un poco de agresividad para balancear el sabor. La letra es muy divertida”. no todo fue lo malo “Aquí ya entendía el disco, ya sabía hacia dónde iba y que hacía falta un mensaje para decir que no todo había sido malo. La hice en casa cuando llovía y no quería controlar el ambiente a la hora de grabar, por eso se escucha el aguacero. Después habla mi nana, la persona que me crió la mayor parte de mi vida, contándome sobre su matrimonio y su divorcio de un hombre que le pegaba. Una vez más, yo viviendo la vida y después adecuándola al arte. Tenía unas notas de voz de 2018 y las puse al final como un monólogo que resume el mayor mensaje que me llevo después de este proceso: no soy la misma que fui cuando estaba con esa persona y está hermoso no serlo”. gracias “A la gente de mi equipo no le gusta casi, pero para mí es el eje de toda la historia. Habla de saberse despedir y tomarlo como parte de la vida. Gracias porque aprendí a perder, gracias por dejarme ir sabiendo que nunca voy a volver. Es muy repetitiva y eso me gusta. Es una canción con la que tengo una conexión muy personal. Quise hacer una balada gigante, acústica y sin pretensión. Podría haber terminado con ‘y no lloro’, pero siempre tuve claro que mi narración personal, que también es artística, terminaba con este tema. Las cosas ya no dependen de nadie más que de mí misma”.

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