El álbum debut de Isobel Waller-Bridge presenta ocho exquisitas piezas para ensamble de cuerdas que dan cuenta de las vivencias interiores de la experimentada compositora para teatro, cine y televisión. Si bien las audiencias globales han escuchado su obra en series como Fleabag y Roar (producida para Apple TV+), la sensibilidad de esta creadora explora otros escenarios sonoros en VIII. La profundidad de su escritura musical y los arreglos evocan parajes en la imaginación que nos conectan con diversas emociones. “Al principio, concebí este material como un tema y variaciones, pero después me di cuenta de que en realidad deseaba componer piezas individuales. Permití que mi proceso creativo dictara y revelara mis sentimientos”, comparte con Apple Music. “Necesitaba encontrar una conexión profunda y al final se convirtió en una experiencia catártica”. Se trata de un disco cautivador que va de un aparente minimalismo en el inicial “Daylight” a la frenética intensidad de “Trace”. Waller-Bridge se ha inspirado en Seis bagatelas para cuarteto de cuerdas, op. 9 de Anton Webern al englobar un cúmulo de emociones en un espacio sonoro. El resultado es subyugante y muestra a una artista apasionada, consciente de la belleza latente en las imperfecciones.