Si imaginamos una rosa perfumada, con el primer pétalo a punto de caer justo cuando alcanza su máximo esplendor, tendremos una idea aproximada del estado de ánimo que evoca este delicioso programa. Barbara Hannigan, un talento natural para la música moderna, y su acompañante habitual, el pianista Reinbert de Leeuw (otro modernista de corazón) nos llevan a la Viena de comienzos del siglo XX, el mundo del que surgieron Mahler, Klimt, Freud y otras muchas personalidades brillantes. La armonía comienza a decaer en la música de Schoenberg, Berg (con una casi perfecta Sieben frühe Lieder) y Webern, mientras que Wolf, Zemlinsky y Alma Mahler aportan canciones alemanas de ricos colores.