Viejas compañeras de grabaciones y auditorios, estas dos serenatas de cuerda encajan como anillo al dedo. La de Tchaikovsky es de elegancia mozartiana y generosa en sus melodías, con un segundo movimiento que ha alcanzado vida propia en las salas de conciertos. La de Dvořák llegó cinco años después, en 1875, y también ofrece melodías brillantes con elegancia y un ímpetu cercano a la danza. Toshio Yanagisawa lidera versiones de estilo marcado y extrema delicadeza al frente de una orquesta que forma y teje las líneas melódicas con maestría. El amor de ambos por esta música es evidente en cada compás.
- Isang Enders
- Anna Ovsyanikova & Julia Sinani
- Richard Bundy
- Navarra String Quartet