Lanzado con motivo del 500.º aniversario de la muerte de Leonardo da Vinci en 2019, este álbum rinde homenaje a la figura de un hombre que destacó en casi todas las disciplinas científicas y artísticas, incluida la música. El siempre imaginativo grupo vocal I Fagiolini saluda al italiano con música de todas las épocas vinculada de forma a veces curiosa y siempre variada a su inabarcable actividad. Las partituras de Tallis y Howells inspiradas en Salvator mundi evocan su extraordinario retrato de Cristo, mientras que el místico “Le jardin clos” de Daniel-Lesur ilumina las ambigüedades emocionales y religiosas de San Juan Bautista. Por su parte, El Hombre de Vitruvio encuentra un correlato armónico en las perfectas proporciones de El arte de la fuga (The Art of Fugue) de Bach. A continuación, líneas corales entrecruzadas de Des Prez, que quizás el mismo Leonardo escuchara en su momento, reúnen en sí mismas la belleza matemática y estética de la Creación.