Si la versión original de Corridos Bélicos, Vol. IV presentó un recorrido épico a través del universo de Luis R Conriquez y su habilidad para generar colaboraciones memorables, la edición deluxe del mismo disco funciona como un laberinto inagotable de grandes canciones. Es probablemente la obra maestra de un compositor que se nutre de las raíces profundas de la música mexicana, pero al mismo tiempo se divierte experimentando con combinaciones novedosas de instrumentos y ecos fugaces de géneros ajenos. Como si se tratara de uno de esos álbumes dobles que salían durante la era dorada del LP, Conriquez le agrega nueve temas adicionales a los 23 de la primera versión. En “El Menos Visto”, con Panter Bélico, la estética norteña y los acentos de acordeón generan un contraste con el redoblante casi rockero de la batería, mientras que el sorprendente arreglo de “GTA”, con la voz suave de Jasiel Nuñez, concluye con un solo de sintetizador que suena futurista y psicodélico. Pero la habilidad de Conriquez para liberarse de los cánones de la música mexicana está ligada a su respeto por la tradición. Las voces de Grupo Marca Registrada tiñen las complejas armonías de “El 2” con sabor folclórico. Las canciones de Conriquez hablan sobre la vida en Culiacán y la importancia de preservar todo lo que vino antes. Su visión musical, por otro lado, es la de un ciudadano del mundo.