El violinista sudafricano Daniel Hope había querido grabar un álbum sobre el arte de bailar hace 20 años, pero tuvo que esperar para que su sueño se hiciera realidad. “Empecé a grabar discos conceptuales a principios de la década del 2000, cuando no eran muy populares todavía”, explica. Afortunadamente, el sello Deutsche Grammophon le dio la oportunidad, y Hope compiló un programa inolvidable que abarca desde el tango argentino, el klezmer, hasta el jazz de Duke Ellington. La madre del violinista trabajaba como asistente del maestro Yehudi Menuhin, y Hope creció rodeado de artistas excepcionales. “Menuhin me enseñó que la curiosidad musical es uno de los regalos más grandes de la vida”, comparte. Este magistral LP es probablemente uno de los mejores momentos de su extensa discografía.