“Este disco lo empecé a escribir durante una relación que fue muy complicada para mí”, comenta Vanessa Zamora a Apple Music sobre DAMALEONA, su tercer álbum de estudio. “Emocionalmente fue una prueba de la vida para conocer mi lado más oscuro y darme cuenta de que la única persona que me puede salvar soy yo misma. Cuando se te rompe el corazón, sientes un dolor que no es físico, sino del alma. Creo que cuando terminó todo, no sufrí tanto por la otra persona, sino más bien por darme cuenta de que no estaba conmigo misma”. Un disco con letras que se acercan a confesiones, sus canciones destacan por el estilo cosmopolita de la cantautora tijuanense, con arreglos que subrayan la belleza de su voz y un mosaico de detalles lujosos en los teclados, bajo y acentos orquestales. Una refinada dirección estética que entrelaza momentos tan dispares como la melancolía de “CONTRACORRIENTE”, la psicodelia sesentera de “OJO DE DIOS” y una sutil cosmovisión funk de “SUBCONSCIENTE”. “Aunque una canción tenga solamente tres acordes, la armonía y los arreglos te van envolviendo y te llevan en un viaje”, explica Zamora. “Me gusta hacer música que pueda trascender en ese sentido, que la puedas escuchar dentro de tres años y siga vigente. Si tuviera que mostrar una carta de presentación como productora, creo que sería este disco, porque me involucré muchísimo más que en todas mis obras pasadas”. Aquí, Zamora nos guía a través de las canciones de DAMALEONA, una por una. MAR “Esta canción surgió durante la pandemia. Nos fuimos de viaje con (el productor) Dan Solo y unas amistades a un lugar que se llama Casitas Maraika y está como a una hora de Puerto Vallarta. Llegamos y estuvimos haciendo música, de repente unos se iban a la playa y otros se quedaban grabando. En un momento, Dan y yo nos quedamos solos con una laptop en la que teníamos las canciones que habíamos estado haciendo y todas empezaban con guitarra o sintetizadores. Dan propuso que hiciéramos algo distinto, un tema que comenzara con una capa de voces. A mí me encanta hacer voces y la primera frase que se me vino a la mente fue ‘que se lo lleve el mar, el rencor y la soledad’. Es como un mantra de que el mar se lo lleva todo y la sal lo cura todo. Las lágrimas y el sudor son salados. Cuando te metes en el mar, realmente sientes que te limpia. La canción habla de eso y surgió durante un momento mágico. La quise meter al principio porque es muy épica, como prender un palosanto antes de escuchar el álbum y desear que se limpie todo para entrar a esta dimensión de DAMALEONA”. LENTO “Con Ferraz nos juntamos un día random aquí en la Ciudad de México. Él tiró un beat, yo agarré la guitarra, hice esos acordes y salió la canción. En ese momento comenzaba a explorar mi soltería. Conocí a alguien que me gustaba y luego no quería que se fuera en la mañana, sino que se quedara un rato más. Es esa dinámica de que, aunque no nos conozcamos, quiero estar contigo. Cuando quieres que el tiempo pase lento con una persona, aunque sea una situación efímera. Quizás porque es efímera, se vuelve más placentera de alguna forma. Con Ferraz compartimos mucha química musical y cuando hicimos la canción, le dije que quería meterla en el disco ya”. OPUESTOS “Habla del preciso momento cuando te das cuenta de que es mejor tomar caminos separados. Ya para qué sufrir. Obviamente es un tema muy común, pero la verdad es que ahorrarnos este dolor es una decisión madura. A veces te quedas en lugares donde las cosas no funcionan, ya sea por dependencia o inseguridad. La hicimos en ese mismo viaje a Casitas Maraika. Esta vez dejamos la laptop, fuimos a la playa de noche con una guitarra y ahí surgió la canción”. CONTRACORRIENTE “Cuando estaba con mi exnovia, yo le decía que la amaba y ella contestaba: ‘no me lo digas por decírmelo, dímelo cuando lo sientas’. Era una especie de ‘no te creo que me amas’, pero al mismo tiempo había un factor de merecimiento de la otra persona, de no merecer el amor. Es como un grito desesperado, decir que te voy a querer a contracorriente. La grabamos en Sonic Ranch y fue coproducida por Marian Ruzzi. Nos sentamos en el piano y yo tenía esta melodía en la cabeza que me llevaba a eso. Le metimos batería y bajo, y nos inspiramos en The Beatles. Es una influencia con la que conecto bastante y aparece también en mis discos anteriores”. TRASCENDER “La escribí en diciembre de 2019. Estaba en Tijuana y me dije que este Año Nuevo no quería hacer nada porque 2020 iba a ser muy movido. Obviamente, después fue uno de los años menos movidos de mi vida por la pandemia. Esta canción la tuve guardada por un buen ratote, pero siempre supe que sería el primer sencillo de lo que iba a sacar. La letra le dice a la otra persona que no crea que estoy mal sin ella. Me siento como la mierda, pero igual la paso bien, así como tú la estás pasando bien también. Creo que este disco abarca una muerte emocional, una muerte en vida. El trascender se usa como sinónimo de morir, pero también es dejar algo atrás, como una huella. Habla de trascender a pesar de la muerte que tuviste con alguien. Es una evolución”. MORIR NACIENDO “Una de las canciones más fuertes y emocionales para mí. La escribí durante la cuarentena, en el encierro total, que fue cuando tuve una depresión. No veía la luz, sentía que estaba en un túnel y no había una escalera para salir. En un momento me dije: ‘No me voy a suicidar, pero si pasara un camión y me atropellara, no me importaría porque no tengo una razón para existir’. Un día agarré la guitarra y escribí esta canción entre lágrimas. Salió como en diez minutos y la letra dice que en cada muerte vas naciendo. La vida es un ciclo y todas las versiones que has tenido en el pasado son parte de ti. Entonces, hay que aceptar que a veces tienes que morir para poder volver a nacer. Me gusta que mis canciones sean lo más honestas y genuinas posibles, es la mejor manera de conectar con la gente que me escucha. Es una de las letras más profundas del disco porque no habla de amor o desamor, sino de otro tema completamente distinto a los que había tocado hasta ahora”. OJO DE DIOS “Tenía ganas de hacer una especie de interludio. Tengo una máquina que hace ese sonido (de armónicos) y que también uso para meditar. La letra es como un automensaje. Siento que cuando llegas a este mundo te enseñan a creer más en un dios que en ti. Para mí, el ojo de Dios es mi propio ojo, porque yo soy mi propio dios y tú eres el tuyo. Habla del poder interior que tienes a través de lo que ves y de cómo lo ves. Una canción cortita y psicodélica”. SUBCONSCIENTE “Estaba en Tijuana echando un drink con unas amistades y de repente me escribe Dan [Solo] y me dice: ‘Oye, hice este track, te lo paso a ver si le quieres meter algo’. Era la batería con un sinte y unas guitarritas, pero no tenía letra ni nada. Inmediatamente pagamos la cuenta, nos subimos al carro y supe que una letra que tenía escrita le iba a quedar perfecto. Fue la canción más sencilla del disco y la grabamos a larga distancia. La letra habla del merecimiento. Creo que tienes que sentirte merecedora de lo que te rodea y de todo lo que aún no ha llegado a tu vida. El merecimiento no importa, porque todo es tuyo si tú lo quieres. No de una forma narcisista, ni mucho menos. Es de mis favoritas para tocar en vivo”. REPROGRAMAR “Una de mis favoritas del disco. Habla del concepto de reprogramarte en el sentido del perdón. La inspiración sonora es súper setentera. Siento que el sonido de los 70 es atemporal y muy agradable de escuchar. También tiene esta influencia medio brasileña, de festejo, como de carnaval”. NADA “Fuimos a grabar unas canciones al estudio Sonic Ranch. Era el primer día de grabación, me senté en el piano a tocar unos acordes y salió esta canción. En ese momento no lo había procesado, pero siento que cierra un ciclo. Lo que dice el final, ‘soy de mí, soy de mí, no soy de nadie’, tiene que ver con este mensaje de desapego. El apego causa mucho sufrimiento y, para mí, el no querer nada te hace sentir completa. Esa toma de piano con voz fue la que quedó en el disco; por eso se escucha la vibración de mi celular, que estaba arriba del piano. Esa vibración que queda al final es como una notificación de algo que se viene, un mensaje para mí”.