“Por algún motivo, el universo decidió volver a darle a esta banda una gran inyección de plasma”, comenta a Apple Music el líder de Red Hot Chili Peppers, Anthony Kiedis. “Si nos hubiera dejado solos, seguramente habríamos caído en algún momento, como le ocurre a todo el mundo tarde o temprano. Pero todavía no ha llegado nuestra hora”. La inyección de “plasma” a la que se refiere Kiedis es, en gran parte, el segundo regreso del guitarrista John Frusciante después de casi una década de ausencia. De inmediato se percibe la diferencia, desde el estilo funk de “Poster Child”, hasta los ritmos impredecibles de “These Are the Ways”, pasando por el fraseo acústico de “Tangelo”, el emotivo cierre del álbum. “Se nota mucho cuando escribe y cuando toca”, aclara Kiedis sobre su compañero de banda, cuyo trabajo con la guitarra fue determinante en los momentos más importantes de su carrera, como Blood Sugar Sex Magik (1991) y Californication (1999). “Es muy divertido escucharlo porque lo que le importa es el sonido, la emoción y el color. No trata de tocar las notas correctas, sino las que le salen de dentro”. También está de vuelta Rick Rubin como productor y quinto miembro honorario. Luego de ausentarse de The Getaway (2016), Rubin acompañó a Kiedis a un retiro de composición en Kauai que se prolongó inesperadamente por la pandemia. “Nadie podía entrar ni salir”, cuenta Kiedis. “Fueron seis meses en una tierra olvidada por el tiempo”. Para los cinco, el objetivo era sencillo: estar juntos y escribir sin parar. “No sabíamos si íbamos a usarlo todo o solo una parte”, explica. “El proceso del álbum fue muy democrático. Todos teníamos voz y voto, incluido Rick”. El resultado son 17 canciones que reflejan la química y el cariño que hay entre ellos, una unión magnética que se manifiesta cada vez que tocan. “Somos mayores y distintos. Unlimited Love fue una experiencia realmente divertida y salvaje”, asegura Kiedis. “Nos aceptamos y nos queremos, hay una amistad infinita entre nosotros. Eso no quiere decir que queramos vernos todos los días. Nos alejamos y después volvemos, una y otra vez, pero es algo que nunca muere”. Ahora, Kiedis nos presenta algunos de los mejores momentos del álbum. “Not the One” “La idea vino de pensar ‘creo que sé quién eres, pero puede que no; y tú crees que sabes quién soy, pero a lo mejor tampoco’. Sobre todo en las relaciones sentimentales, siempre mostramos nuestra mejor versión a la otra persona. ¿Qué ocurriría si enseñáramos nuestra peor cara desde el principio? ¿Y si admitiéramos que somos un desastre y tenemos un montón de defectos en lugar de tratar de impresionar a la otra persona? Así nunca nos llevaríamos la sorpresa más adelante”. “Poster Child” “Nunca pensé que ‘Poster Child’ vería la luz porque Flea trajo dos ideas de bajo muy funk el mismo día y, aunque no eran similares, al escucharlas pensé: ‘Tengo que elegir. Ya no tengo más tiempo’. Y opté por la otra, que se convirtió en una canción llamada ‘Peace and Love’ pero al final no se incluyó en el álbum. La que consideré que tenía el mejor funk en realidad no lo tenía. Me costó mucho convivir con esta otra melodía antes de ubicarme. Tampoco es que haya sido una verdadera lucha o un problema, pero es la que más me sorprendió cuando cobró vida”. “These Are the Ways” “John trajo esa canción, el arreglo y una versión de esa melodía. Nunca he podido recrear sus temas a la perfección, simplemente él está en un nivel musical diferente, así que suelo simplificarlas. No lo pensé demasiado. Fue lo primero que se me ocurrió cuando escuché ese arreglo, que es muy explosivo y se asemeja a una gran orquesta clásica, estalla y luego encuentra la calma. Es una reflexión sobre la vida en Estados Unidos, pero no una buena o mala. Simplemente, es como es. Quizá nos abrumamos y sobrecargamos con más de lo que podemos soportar, así que demos un paso atrás y reflexionemos un poco. No se trata de decir ‘esto está mal y esto está bien’, sino ‘esto es en lo que nos hemos convertido’”.