Charlie Parker es uno de los músicos que más hizo por el jazz, su desarrollo rítmico y melódico. Virtuoso como pocos, durante los 40 su saxofón marcó la explosión del bebop y de la improvisación colectiva, con rápidos cambios de acordes, impecable destreza técnica y melodías de todo tipo. Junto a Dizzy Gillespie formó un dúo histórico y a la par de Thelonius Monk y otros jóvenes rebeldes, desarrollaron una música para que "los blancos no pudieran tocar". Su estilo frenético y relajado a la vez marcó a una generación de músicos, convirtiéndolo en un ícono del género que no puedes perderte.