Después de conquistar su autonomía sonora, el país de la bota se dio a la tarea de empezar su revolución musical. Desde ahí surgieron artistas que desafiaron todos los preconceptos de lo que mundialmente se conocía de Italia. Entre ellos encontramos el pop de Thegiornalisti o el hip-hop soul de Neffa. También se suprimieron las fronteras entre el alternativo y la canción de autor con talentos como Max Gazzè y Brunori Sas. Esta década marca un empoderamiento de nuevas voces y estilos buscando trazar un mapa diferente de la música italiana.