Necesitamos ponerle música a los diferentes momentos de nuestro día. Amanecemos con algo de indie-rock atrevido para despertar; después, pop-rock alivianador para aguantar el tráfico; para la tarde, un folk que nos de el levantón que necesitamos; y al anochecer, la energía del synthpop y del electropop para darle color a la vida nocturna. Así de versátil es esta lista.