De la canción protesta al éxito masivo del llamado rock catalán, pasando por el folk de raíz y el trap o el pop urbano, la música catalana moderna recorre un siglo de tradición, influencias locales e internacionales y movimientos de regeneración. Convertida inicialmente en un vehículo de reivindicación y toma de conciencia lingüística, y consolidada después como una plataforma artística con personalidad y lenguaje propios, la escena musical catalana es una representación de los cambios políticos, sociales y emocionales que ha experimentado Cataluña a lo largo de todos estos años. Desde Serrat, Raimon o el Grup de Folk hasta Els Pets, Manel, Mishima o Lildami, la historia de la música catalana no ha hecho más que empezar.