Desde la improbable decadencia de Las Vegas, The Killers dio nueva vida a un viejo sonido basado en el synthpop británico. The Killers surgió en 2001, cuando el cantante Brandon Flowers, que por entonces trabajaba en casinos, respondió al anuncio del guitarrista Dave Keuning. El mismo día en que se conocieron escribieron juntos su sencillo “Mr. Brightside”. Junto con el baterista Ronnie Vannucci y el bajista Mark Stoermer, alcanzaron la fama en 2004 gracias al glam post-punk de Hot Fuss y canciones como “Somebody Told Me”, que resumía con aire travieso un millón de conversaciones en antros. Aunque en un principio parecía una versión festiva del indie áspero de Interpol y The Strokes, la banda sustituyó los sintetizadores con más guitarras y llevó su sonido a los terrenos de U2 y Springsteen en álbumes como Sam’s Town (2006) y Wonderful Wonderful (2017). En 2020 se publicó su sexto álbum, Imploding the Mirage, y el sencillo en colaboración con Lindsey Buckingham “Caution”, una canción que tiene tanto de regreso a las raíces como de declaración de intenciones para el futuro. Como dijo Flowers a Apple Music, “el rock and roll puede ser trascendente”.