“Siento una necesidad terrible de retomar mi carrera solista”, le cuenta a Apple Music el cantautor mexicano Leonel García. “Después de una gira con Sin Bandera que duró un par de años, tengo la sensación de que mi actividad en solitario quedó descuidada. Es necesario volver a alimentarla”. Leonel se dio a conocer a través de Latinoamérica durante la década del 2000 con las delicadas canciones de amor de Sin Bandera, pero desde la edición de su primer trabajo solista en 2008 ha creado una extensa obra de alto vuelo poético. Este proyecto, Pausa, transita un sonido sofisticado y maduro que se alimenta libremente de la balada, el rock y el country. “Disfruto mucho de esta etapa”, explica. “Es una parte de mi carrera que me propone un desafío constante y me empuja a experimentar más. Todos estos años me dieron frutos inesperados; desde amistades y colaboraciones con artistas hasta lugares que pude visitar. Invitaciones de personas a quienes admiraba cuando era adolescente. En estos tiempos es importante la lealtad con uno mismo. Esta es la música que hago, mi género. No te puedes subir en ninguna ola sino la tuya. Y eso es lo que estoy tratando de hacer”. Aquí, Leonel habla sobre las canciones de Pausa, una por una. Sálvanos “Está inspirada en el ritmo del huapango. Ya lo había utilizado cuando compuse la primera parte de ‘Hasta la Raíz’ con Natalia Lafourcade. Es una herencia que traigo de Tamaulipas, porque mis padres son de allá. Y probablemente es la música mexicana que más me mueve. Es una canción terriblemente dura; no triste, pero sí dura por lo que le estás diciendo a la otra persona. Si algún día no soy la mejor versión de mí mismo, ayúdame, no me des la espalda. Es una petición que le haces a alguien con quien, idealmente, quieres pasar el resto de tu vida. Creo que este tema será una gran adición a mis conciertos”. Suficiente “Es un tema muy triste y quise llevarlo a un lugar como de mid-tempo, para quitarle un poco esa cosa de ultradrama. Narra la ruptura de una pareja cercana a mí que estaba separándose luego de muchos años. A veces las personas no están hechas para estar juntas en cierto momento. Te vas dando cuenta de algunos detalles en la relación; los silencios incómodos, una carencia de sonrisas, la tensión que no se puede resolver. La produjimos en Londres con Martin Terefe. El disco está hecho casi todo en sesión; los músicos tocamos al mismo tiempo. El sintetizador aquí tiene un elemento europeo, casi italiano. Es divertido proponer cosas melódicas, mientras no le quiten el drama a la canción”. Happy Sad “Es una rola que produje yo en el estudio de mi casa después de que mi madre se nos adelantó. Ella compuso varias canciones y, en una, dice básicamente que un día ríes y otro lloras, otro vuelves a empezar, pero es algo tan hermoso que siempre quieres más. Mi mamá nos enseñó eso: no todos los días serán buenos. A veces hay llanto y dolor, pero eso no le quita lo bello. En homenaje a ella, escribí acerca de ese tema; una narración suave sobre el viaje de la vida. Una tragicomedia, o algo bittersweet, o algo happy sad”. Buenos Tiempos “Esta en particular tiene una fuerte influencia del country. Mi chava es de Ciudad Acuña, en el estado de Coahuila, en la frontera con Texas. La gente que vive ahí escucha una combinación de música regional mexicana con lo que suena en la radio estadounidense, que es hip-hop y country. A raíz de que tengo esta relación de pareja desde hace muchos años, he podido sentir de cerca la cultura mexicoamericana y me he quedado con mucho del country, que me encanta. Se me ocurrió ir a Nashville para producirla con músicos de ahí, y quise invitar a Carin Leon, un tipo que también convive con las dos culturas. Por fortuna Carin tenía tiempo y tuvo la voluntad de hacerlo. Le dio un espíritu fronterizo que quedó espectacular”. No “También la hicimos en Londres con Martin Terefe. Está influenciada por ‘Cold’ de Chris Stapleton. Me llamó la atención la cantidad de soul que tenía esa canción y me dieron ganas de explorar esa dirección. Es más desgarrada que las otras pistas, tiene menos complejidad en la letra. Es sobre alguien haciendo una petición muy simple, diciéndole a la otra persona que no se vaya, que no destruya lo que hay, que le dé una última oportunidad. No es un argumento lógico. Es un llamado de auxilio”. Pausa “La hicimos en Nashville con Áureo Baqueiro como productor. Es la más rockera del disco. Un amigo que es ingeniero de sonido y me conoce desde hace muchos años me dijo ‘cuando escuché esta canción, recordé tu gusto por The Black Keys; sé que te encantan’. Tiene eso de las guitarras eléctricas, pero al mismo tiempo hay partes muy introspectivas con una letra más compleja. Me gusta esa combinación de dinámicas. Le da todavía más peso al momento en el que está reventando la rola”. Altar “Es una balada, de lo más pop que hay en este disco, y tiene un elemento erótico. A veces la gente fantasea sobre cómo sería estar con alguien en el plano físico. No es burda o explícita. Habla sobre la emoción de la posibilidad del sexo. Llamé a Rozalén, una cantante española a la que le tengo mucho cariño. Le pedí que la interpretara conmigo para que estuviera presente el elemento femenino. Su aparición completa el yin/yang, y le da mucho carisma. Varias personas empezaron a dedicarla y eso me sorprendió, porque habla de temas muy íntimos. La gente es más audaz de lo que yo creía”. El Fin del Mundo “Es de las primeras que terminaron en este disco. Últimamente empecé a generar rolas sin saber si van a agregarse a un álbum o no. Es una canción muy triste y por eso está al final; no quise deprimir a la banda. Habla de una pareja que conozco que estaba muy mal durante la etapa postpandemia. Es el momento cuando termina la relación y se derrumba un imperio. Pensabas que iba a durar para siempre, pero de repente colapsó el palacio. Aparecen la falta de detalles, cariño y protección y termina siendo una tragedia. Me gusta entrar en esa zona oscura. Explorar lo más bajo que se puede caer a nivel emocional, porque sé que después llegará la recuperación”. Adiós “Esta rola habla sobre mi madre. Es, básicamente, una despedida. Quise que no fuera trágica. Es como un festejo, una celebración. Creo que, si alguien disfrutó de la vida, fue ella. Hasta el último día trató de bromear y ser feliz. Se merecía una canción alegre. Como hijo, ella me dio un fundamento de vida para poder seguir con la mía. Siempre me aconsejaba que me divirtiera, que tratara de hacer felices a los demás y no vivir a medias. ‘Entrégate a la pasión de lo que haces’, me decía. Es un adiós para alguien que fue mi nido durante mucho tiempo”. El Mejor Hombre Que Hay “Curiosamente, esta es una canción que hice a solicitud de otro artista. Me pidió que hablara sobre una relación de pareja que ya tiene muchos años. Al final no funcionó para el proyecto original, pero me gusta mucho. Se me hace tierna. Es una de las pocas que compuse en el piano, y se escucha la diferencia armónica. Quizás al principio la gente no entienda la letra, porque tiene un sentido del humor. El protagonista dice, ‘si tú sintieras lo que siento yo’, y así expresa todo. Es como hablar al revés. Son preguntas que le hago a mi pareja cada año. ¿Todavía estás bien? ¿Todavía sientes lo que sentías antes? Porque yo sí. Podría estar cien años más contigo”.