Los japoneses RADWIMPS nacieron en el nuevo milenio como cuatro adolescentes bajo el doble influjo de las luminarias del britpop de los 90 y el terremoto emo que entonces sacudía la escena alternativa estadounidense. Sus dos primeros álbumes son rock alternativo más o menos fiel a las tendencias de la época, pero desde su debut multinacional con <I>Radwimps 3: Mujintō ni Motte Ikiwasureta Ichimai</I>, la banda ha ido abriendo caminos propios con discos que beben tanto del pellizco eléctrico del indie rock como de los paisajes interiores de la psicodelia o la intersección entre el funk y el post-punk.