Ídolo adolescente en la década de los 50, gracias a sencillos como “Lonely Boy” o “Diana”, Paul Anka ha sabido reinventarse una y otra vez para mantenerse como uno de los artistas más prolíficos de las últimas siete décadas. Sin dejar de grabar sus propias canciones con su inconfundible voz, el canadiense se volcó a partir de los 60 en la composición de temas para otras estrellas, dando forma a un imbatible cancionero lleno de joyas imperecederas como “My Way” o “She’s A Lady”. Decidido a recuperar el protagonismo frente al micrófono, Anka lanzó en 1998 A Body of Work, álbum de duetos en el que contó con las colaboraciones de Céline Dion, Patti LaBelle y Tom Jones, entre otros. Con Rock Swings (2005), su reinterpretación en clave de jazz de algunos de los temas más populares de iconos rockeros como Bon Jovi, Nirvana o Van Halen, Anka dejó bien claro que en el nuevo milenio, su capacidad de sorprender sigue intacta.