“Hacer música hoy sólo puede lograrse en un espíritu de unión”, afirma el director austriaco Franz Welser-Möst en su autobiografía “From Silence: Finding Calm in a Dissonant World”. A lo largo de su carrera, que lo ha llevado de su ciudad natal Linz donde un accidente automovilístico puso fin a sus sueños juveniles de convertirse en violinista, a su actual posición como director musical de la Orquesta de Cleveland desde 2002; ha forjado su reputación como un idealista tranquilo pero decidido, dispuesto a innovar en beneficio de la música. Este enfoque se manifestó claramente en su primer cargo importante como director de la Orquesta Filarmónica de Londres (1990-1996). Siguiendo los pasos de Mahler y Karajan, perfeccionó su arte en importantes teatros de ópera como Zúrich (1995-2008) y la Ópera Estatal de Viena (2007-2014). En Cleveland, su compromiso con la música nueva y la ópera, junto con el repertorio sinfónico austro-alemán, ha atraído a audiencias más jóvenes de los Estados Unidos y lo ha hecho ganar el respeto de la Filarmónica de Viena, que lo ha invitado en diversas ocasiones a dirigir su célebre Concierto de Año Nuevo. Franz Welser-Möst se destaca como un artista revitalizante que comprende que la tradición no sólo necesita del pasado, sino también del futuro.