Cuando Joni Mitchell compuso las canciones de su cuarto álbum, ya se había alejado de sus comienzos en la escena folk de Toronto. De hecho, era protagonista de la escena musical de Laurel Canyon y la cantautora favorita de algunos de los compositores más famosos, desde Graham Nash (su enamorado y probable inspiración de “My Old Man” y “A Case of You”) y David Crosby (quien produjo su álbum debut) hasta Leonard Cohen y James Taylor. Blue fue gestado durante una etapa de transición sentimental para Mitchell, cuando su relación con Nash había terminado y se estaba enamorando de Taylor. Se refugió en la composición para ir de un romance a otro. Blue brinda una radiografía del corazón de Mitchell en ese momento y explora tanto el amor como la pérdida. “Little Green”, por ejemplo, es una oda a la hija que entregó en adopción, algo que no haría público hasta los años 90. Este disco es un testamento de su prodigiosa habilidad así como de su apertura para compartir las verdades más íntimas.