Oriunda de Virginia y poseedora de un estilo más relajado, acompañada de pianos, violines, coros y un sonido vintage, Patsy Cline supo enamorar con su dulce voz. Su repentina muerte en 1963 creó un hito de sí misma, situando "Crazy" y "I Fall To Pieces" como piezas memorables del sonido Nashville de 1960. Sin embargo, en vida grabó alrededor de cien canciones con Four Star Records y Decca. Ella forma parte del salón de la fama de la música country.