Orlando di Lasso nació en 1532 en Mons, Bélgica. A corta edad, ya había mostrado una gran habilidad para la música, por lo que a los 12 años fue llevado a Italia para iniciar su educación. Su fama de niño prodigio desató el rumor de que había sido secuestrado en tres ocasiones por iglesias y nobles con gran interés en sus habilidades. Aunque no existen pruebas de estas historias, esto demuestra la gran estima que se tenía por su talento. A los 24 años se estableció en Múnich y trabajó allí el resto de su vida al servicio de los duques de Baviera, a pesar de las numerosas y lucrativas ofertas para establecerse en otros lugares. Además de misas y motetes, compuso madrigales italianos, lieder alemanes y chansons francesas, con un encanto auténtico y distintivo que perdura hasta el día de hoy. Pese a que solamente compuso música vocal, muchas de sus piezas han sido arregladas como obras instrumentales. Algunas de ellas se pueden disfrutar en esta playlist.