A finales de los 80 una ola de violencia azotó a Perú y dejo enterrados los tesoros rítmicos de la cumbia peruana. Desde 2011, Juan Ricardo Maraví se ha dedicado a reunir los viejos discos de su padre, en una segunda era dorada de sonidos andinos de sensuales requintos y percusiones en las manos de bandas visionarias como Los Mirlos, Juaneco y Su Combo y Los Pasteles Verdes.