La noche de primavera es fresca en la ciudad californiana de San José, pero el calor va en aumento en el interior del City National Civic. Las superestrellas de K-pop NCT 127 están disfrutando de su primer descanso después de abrir el concierto con una explosión de coreografías impecables y un vestuario de escándalo. Todos los miembros del grupo de Seúl se turnan para dirigirse al público. Mark, que tiene raíces en Vancouver y lleva el pelo teñido de rubio platino, explica el significado del nombre de la gira, Neo City: USA – The Origin. “Con ‘Origen’ queremos decir de este momento en adelante. Es una nueva era que no ha hecho más que empezar”. Es evidente que NCT 127 está evolucionando. Sus discos anteriores capturaban una enérgica mezcla de hip-hop y EDM suavizada con momentos más emocionales, pero WE ARE SUPERHUMAN, su cuarto mini-álbum, alcanza un nuevo nivel de accesibilidad. El inspirador primer single, “Highway to Heaven”, brilla con irresistibles sintetizadores, estrofas rapeadas y un estribillo imparable. “Superhuman” y “FOOL”, por su parte, recuerdan al Justin Timberlake de The 20/20 Experience con su pop de superficies relucientes y traviesos detalles electrónicos, mientras que “Jet Lag” es una dinámica balada de piano y “Paper Plane” combina pop de guitarras con beats dance. WE ARE SUPERHUMAN pone la vista más allá de la espectacular ilusión anterior para abrazar un estilo más sofisticado y pegado a la realidad con el que sus fans pueden conectar en un plano más personal. Este nuevo trabajo marca una transición en la carrera de una banda que ya está en la élite del K-pop. Y los chicos esperan que sus fans, o NCTzens, les acompañen en la aventura. Durante una visita a los estudios de Beats1, Jaehyun le contaba a Brooke Reese que SUPERHUMAN es el disco que siempre habían soñado hacer. “Creo que hemos madurado como personas”, añadió Johnny. “Creo que [los NCTzens] también van a sentirlo en la música”. Si el concierto de San José sirve como indicación, NCT 127 va a necesitar un tren más grande para el viaje. Durante las dos horas y media de concierto, sus nueve componentes demostraron por qué NCT 127 es uno de los grupos de K-pop más populares del mundo, con su exuberante sentido del espectáculo, las armonías azucaradas y una saludable modestia. Para los NCTzens que se dieron cita, la mayoría chicas jóvenes de todas las razas y orígenes, el concierto fue una especie de gran abrazo colectivo, además de un capítulo clave en la historia de los chicos de Seúl. “También hacemos canciones en coreano y la gente las canta igual”, le contaba Johnny a Brooke Reese. “Te das cuenta de que las barreras han desaparecido y eso dice mucho de la música”.