Una de las bandas de referencia de la Movida Madrileña es, indudablemente, Tequila. Entre sus filas se contaban algunos de los nombres que definirían el pop y el rock que se haría en España a lo largo de los 30 años siguientes, aunque quizá ninguno de sus integrantes lo presentía. El talento de sus miembros fue su principal baza, más allá de la capacidad para sazonar lo mejor del rock latinoamericano con el descaro castizo. Su alabado debut, Matrícula de honor, se publicó en 1976 y pronto fue un éxito sin precedentes, lo que acabó por enfrentar a sus miembros y precipitar su disolución.