En pleno auge del movimiento por los derechos civiles, este carismático músico inflamó el panorama musical estadounidense de los 60 con su activismo social. Pero más allá de su actitud política, fue un enorme vocalista e incomparable letrista: su aguda mente produjo un sinfín de canciones memorables, ya fueran reflexiones como “Bid ‘Em In”, un sobrecogedor relato sobre la esclavitud, o piezas satíricas como “But I Was Cool”. Su música, además, trazó un puente entre los mundos del jazz y el soul, un estilo que abrazó plenamente ya entrada su carrera.