Tras los otros dos anteriores que había grabado con el guitarrista de Algeciras, el tercer disco del dúo que definió el nuevo flamenco en los 70 se publicó simplemente como El Camarón de la Isla con la colaboración especial de Paco de Lucía. Las desbordantes bulerías con las que empieza les hicieron decantarse por un título menos formal, como correspondía a quienes ya llevaban años embelesando a un público que pasó del desconcierto a la admiración. Con apenas veinte años, Camarón demuestra no solo una personalidad insólita e indomable, sino también un conocimiento profundo de palos tan difíciles como la petenera, el polo o la minera.