Nebraska pinta un fresco desolado y desnudo del lado oscuro del sueño americano. Separado por primera vez de la E Street Band, Springsteen grabó el disco en casa, con una grabadora de cuatro pistas y su guitarra como casi único instrumento. La producción, o su ausencia, amplifica el fatalismo de la escalofriante “Nebraska”, el resignado camino de perdición de “Johnny 99” y el aullido fantasmal de “Open All Night”. Pero hasta en su disco más tenebroso, Springsteen encuentra un rayo de esperanza en la final “Reason to Believe”.
- 1975
- Southside Johnny & The Asbury Jukes
- Neil Young
- Steve Earle