Desde sus primeros años de carrera, este artista nigeriano logró lo que muchos sólo pueden soñar: ser el portavoz de los sonidos actuales de su continente en el resto del mundo. Fueron sus contagiosas producciones de dancehall y afrobeat con tintes de reggae las que llamaron la atención de grandes como Drake. Esto le valió no únicamente una estrecha relación creativa y una icónica colaboración con el canadiense, sino también el reconocimiento de la escena mainstream y su posicionamiento como uno de los artistas africanos más populares.