Conocido mundialmente gracias a la banda sonora de la película Drive, el parisino Vincent Belorgey llegó al mundo de la música electrónica en 2005. Lo hizo casi de casualidad, gracias a un viejo ordenador que le regaló su amigo y productor Mr. Oizo, con el cual este fanático de los videojuegos empezó a hacer música por pura diversión. Sus remezclas y estilo de producción, inspirado en los cómics, el cine y la televisión, bebe directamente del electropop más ochentero y toca la fibra de toda una legión de treintañeros nostálgicos que lo han convertido en una de las estrellas de la electrónica.