Es sabido que, debajo del aspecto rudo, todo macho tiene un lado blandito cuando se trata de mostrar sus sentimientos. Para encontrar ese perfume traducido en alientos, la música de este batallón mazatleco del amor es aplicable a todas las necesidades. Sea para el ligue, la traición, el despecho o la zozobra, los uniformados a las órdenes de Don Sergio Lizárraga tienen la solución.