Muchas cosas han cambiado en la música de la australiana Amy Shark desde que, a comienzos del milenio, formara Dorothy’s Rainbow, una revoltosa banda de thrash en la que aún no se adivinaba su talento para el pop alternativo de brillo digital y contundente pegada emocional. Además de melodías tan irresistibles como la de “Spits on Girls”, su sencillo debut, o las luminosas confesiones de Love Monster, Shark ha explorado sonidos más allá de su espectro en colaboraciones con artistas tan diversos como Travis Barker de blink-182 o The Chainsmokers.