Liviana, brillante, ágil y pura son algunas de las palabras que surgen naturalmente al escuchar a Grace Davidson. Pero bajo la superficie de su sonido cristalino y técnica precisa yace una rica reserva de inteligencia emocional y expresividad. Los recursos vocales y la intuición de esta soprano británica le permiten proyectar con notoria facilidad los contrastes anímicos de su repertorio barroco favorito, especialmente las obras de Monteverdi, Bach, Handel y Vivaldi. También forjó asociaciones provechosas con compositores contemporáneos, como su estremecedor trabajo solista en el arreglo que Eric Whitacre realizó de “Hurt” de Trent Reznor, en La sinfonía de El Señor de los Anillos de Howard Shore, con John Rutter y Harry Gregson-Williams, e incluso con Max Richter, quien la eligió como voz solista de la obra Sleep, de ocho horas y media de duración. Nacida en 1977, Davidson descubrió el canto durante la infancia y tras una breve etapa estudiando para ser chef, ganó una beca en la Royal Academy of Music de Londres.