Tras colocar Black Ice en lo alto de las listas en 2008, AC/DC emprendió una gira mundial que los llevaría por más de 200 ciudades durante dos años, desde Wilkes-Barre en Pensilvania hasta Bilbao en España. Este álbum recopila grabaciones de tres noches en Buenos Aires en 2009, cuando el grupo agotó todos los boletos del estadio de River Plate (con capacidad para 64.000 personas). Una multitud enfebrecida llevó a la banda recibió con júbilo canciones nuevas como “Rock 'n' Roll Train” y “Big Jack”. Sin embargo, es en la fuerza imparable de los clásicos (“Hells Bells”, “Highway to Hell”, “T.N.T.”) donde encontramos la prueba irrefutable de que AC/DC no tiene rival cuando se trata de rock puro, desnudo y lleno de adrenalina.