Carlos Unger comenzó su carrera musical a los 17 años incursionando en géneros tan diversos como la balada romántica, rock-pop y teen pop, además de haber formado parte de un mariachi que se presentó en diferentes ciudades del mundo. Sus influencias desde pequeño en casa de sus padres incluyeron a Emmanuel, Armando Manzanero y los grandes compositores de la canción mexicana. Al mismo tiempo, su debut en la industria musical fue con ritmos como el reggaetón y neo-soul con orientaciones pop. Desperado es una trilogía que narra una historia utilizando canciones emblemáticas de José Alfredo Jiménez en atmósferas de neo-soul, urbano y synthpop. Es también un puente entre un clásico de la música mexicana y los sonidos actuales, así como uno de los primeros proyectos en México que se presenta en Dolby Atmos. A continuación, Carlos nos habla, una por una, de las canciones con las que busca presentar la obra de José Alfredo a nuevas generaciones con un sonido actual. El Último Trago “Escuché mucho esta canción cuando tenía alrededor de 13 años y siempre me gustó. Esta es la canción perfecta para abrir el EP y mostrar lo que queremos lograr con estos tres temas. Es el principio de la historia que quiero contar: el último trago es ese sabor agridulce cuando termina una relación, es una despedida. Ese instante en el que descubres que ya viene el final. De alguna forma ya lo sabías, pero no te lo esperabas. Es prácticamente el inicio del duelo de una relación fallida. El choque de verdades entre lo que querías y lo que sucedió. Cuando empecé a trabajar en este proyecto, recién había terminado una relación de dos años. Todos hemos pasado por esta situación en nuestras vidas. Los beats que acompañan el mensaje los hice con Will González durante varias sesiones en Guadalajara en un estudio que cuenta con muchos instrumentos análogos. Para mí es muy importante fusionar lo análogo con lo digital. Que mi sonido combine ambas tecnologías”. Jinete “La primera vez que escuché ‘Jinete’ fue en Cuba durante una de las giras que hice con el mariachi al que pertenecía. La escuché y pensé que era una canción muy poderosa. Continúa con la historia del rompimiento y, después de ‘El Último Trago’, para mí es otro choque de realidades, pero con esa desesperanza de sentirse completamente solo y desahuciado. El encuentro con uno mismo y finalmente dejarlo todo. Siempre que se termina algo (en este caso, una relación) sentimos que se nos acaba el mundo y esta canción habla de ello. Cuando empecé a hacer este EP era muy importante para mí contar con la venia de la familia Jiménez. En algún momento, estando con un gran amigo de Guadalajara, le conté que estaba haciendo este tributo y le pregunté si lo quería escuchar. Cuando se lo mostré le encantó y me dijo que se lo iba a mandar al nieto de José Alfredo. Tiempo después me comentó que le había gustado mucho, y en ese momento me pareció buena idea contactarlo y pedirle que se montara en la canción. Y así fue, viajó a Guadalajara a grabarla. Su intervención tiene la esencia original de la versión de José Alfredo”. Ella “Para mí, ‘Ella’ es una aceptación tardía. Eso que ya sabías que iba a suceder y pasó con el rompimiento de la relación. Finalmente lo aceptas. En realidad, sabes desde ese momento que todo va a estar bien, pero cuando llega te sientes mal por mucho tiempo. Y es un despertar y una celebración de lo que quisiste ignorar. Es el cierre que ya no podías postergar más. Cuando te cansas de rogarle a alguien, pero tienes la certeza de que ya no va a ocurrir nada. Y decides finalmente seguir con tu vida y pasar a otra cosa. Es la primera vez que hago esto en mi carrera en términos musicales, y quise también incorporar la parte visual de cada uno de los sencillos con portadas que hizo un amigo mío, donde mezcla estilos clásicos y contemporáneos, cosa que va muy de la mano con la idea del EP. Quise hacer algo redondo, contando una historia de principio a fin”.