“Hace mucho tiempo que el trap se está dejando de lado, no hay mucho”, explica Cazzu a Apple Music sobre Bonus Trap, un EP que sirve como epílogo del emocionante Error 93 y al mismo tiempo abre un nuevo capítulo en la carrera de la argentina. “Todos están haciendo reggaetón y quieren pegar una canción, pero yo quiero decir cosas, quiero invitar a las pibas y a los pibes a escuchar palabras con otros ritmos y estilos”. En estas tres canciones, Cazzu es más fiel a sí misma que a las reglas de un género o una escena, y sus colaboradores son transportados a su terreno con un entusiasmo tan dulce como feroz. “No es trap femenino, es trap, soy yo, al que le guste bien y al que no le guste, lo lamento”, dice. Aquí nos cuenta qué hay detrás de su proyecto más personal. Bounce “Grandes culos rebotando mientras vuelan billetes. Es el escenario perfecto para un tema sin prejuicios físicos. A mí me gusta mucho cantarle a las pibas, me gusta ser la que puede relatar algo sobre alguien y siento que no lo hacemos tanto. Esta es casi mi favorita, por la construcción musical y por la garra que tiene, es una canción en la que saco los dientes. Es muy mujer, muy chica, muy trans o muy de cualquier persona que se quiera sentir representada. Y hay algo de sororidad también, algo de comunión. Me gusta meter esas intenciones en la música”. Esquina (con Eladio Carrión & Noriel) “Eladio y Noriel son mis hermanos, son la representación de mi familia en el género. En ellos encontré unos amigos tremendos, son otro nivel. Compartimos códigos, nos miramos entre los tres y sabemos que somos distintos. ¿Qué mejor que hacer una canción que sea una puerta a lo que pensamos, sentimos y somos? Lo que digo es que yo como piba también puedo estar en la esquina, no tiene que ser tan raro. Es una canción relajada que habla de la lealtad, de la amistad y de la palabra. Y no es de ellas ni de ellos, es de ‘todes’”. Me prefiere a mí (con Myke Towers) “Es un tema romántico en el que los dos somos una mierda. Cuál de los dos es más malo, no te podría decir. Cuando llamé a Myke pensé que a lo mejor se sentía incómodo porque él no era el ganador (en la canción). En realidad no fue así, sino que se fue sometiendo a la idea de que ella es la que gana. No tuvo el prejuicio de decir ‘tengo que ser yo el que domina la situación’. Me pareció muy buena onda. Amo a Myke, lo conozco desde hace mucho tiempo y me parece un genio”.