Es probable que Jordi Savall no sea el primer director de orquesta que uno imagina grabando las sinfonías de Beethoven, pero animadas por su insaciable curiosidad musical y un talento indiscutible, estas versiones no defraudarán a nadie. Su fabuloso Le Concert des Nations está aquí reforzado por un grupo de músicos jóvenes con los que ofrece versiones magníficas de la primeras cinco sinfonías. El Beethoven de Savall es ligero, ingenioso, lleno de fuerza y muy satisfactorio. Un viaje lleno de emociones de principio a fin.