En 1990, Luis Miguel ya no era un niño. Su figura pueril y casi inocente se había ido. Su hasta entonces característica melena, también. La relación con su padre estaba totalmente rota. El control de su carrera era por fin completamente suyo en todos los niveles: artístico, de negocios y de imagen. Entonces, Luis Miguel fue Luis Miguel. La leyenda del Sol comenzó a brillar con luz propia. 20 Años no sólo es uno de sus discos más celebrados, también es una carta de presentación ante el mundo como un intérprete maduro y con capacidades distintas. El título no es un simple título, es un manifiesto de su edad, y la portada clarifica aún más el concepto: un Luis Miguel que mira hacia el horizonte con la inmensidad del mar al fondo, como quien se renueva y aspira por más, un nuevo punto de partida frente a la vastedad. Producido por Juan Carlos Calderón, quien ya cargaba con un par de proyectos anteriores del mexicano bajo el brazo, el álbum se convirtió en un hito instantáneo en ventas a pesar de ser casi enteramente de baladas, siguiendo una línea de continuación natural que había comenzado con Busca una Mujer (1988). Sin embargo, a diferencia de su antecesor, 20 Años muestra una cara más sazonada de LuisMi como cantante romántico, graduándose con temas más francos. “Tengo Todo Excepto a Ti” como sencillo inicial y “Entrégate” como seguidilla muestran su faceta adulta en todo su esplendor, con arreglos minuciosos y un tratamiento lírico refinado, caminando de la mano del amor; pero percibiendo el amor como un principio de vida y no sólo una predisposición. Un antes y después para su generación, también. El séptimo álbum del Sol de México fue, además, uno de sus intentos más grandes por probarse en otras arenas. En el LP se incluyó “Before The Dawn”, la versión en inglés de “Entrégate” que Luis Miguel grabó bajo pedido de WEA Latina. Esta fue la primera y única ocasión en que el mexicano interpretó una de sus propias canciones en inglés, tras el poco éxito que tuvo la misma en el mercado anglosajón. Por el lado contrario está “Será Que No Me Amas”, la reversión de “Blame It On the Boogie” de Michael Jackson (popularizada por Jackson 5) que Calderón adaptó al español, y que en su tropicalización conservó su esencia groovy al grado de convertirla en un reto coreográfico presente aún a la fecha en fiestas de todo tipo. Así, cada canción deja claro que a partir de este momento la evolución de Luis Miguel sería constante, y que para ponernos de pie para aplaudirlo, aún faltarían muchos actos por delante.