Criado en la cuenca minera del Ruhr en una época en la que el carbón formaba literalmente parte del aire que allí se respiraba, Manuellsen conserva la dureza y la férrea ética de trabajo de quien se ha dejado la piel para llegar a donde está sin que nadie le haya regalado nada. Crudo y directo, su estilo se caracteriza por una riqueza lírica que va más allá de los tópicos y que no rehúye los temas más espinosos, sabedor de su responsabilidad como portavoz de toda una generación que lo ha ascendido a la primera división del hip-hop gracias a discos como <I>Killemall</I> o <I>Gangland</I>.