A principios de los 60, las disqueras crearon una fórmula para atrapar a las mujeres jóvenes con canciones de amor y desamor que hablaban de los primeros novios, las aspiraciones de matrimonio y el desprecio a los hombres que las abandonaban. Así nacieron The Marvelettes, The Ronettes y The Supremes, el grupo estrella encabezado por Diana Ross, entre muchos otros que brillaron con luz propia.