Sin duda, uno de los elementos más distintivos del hair metal eran esas baladas que en vivo provocaban coros enardecidos, algún que otro desmayo y paisajes de mecheros encendidos. Los hair metaleros eran seres sensibles, tenían corazoncitos debajo de todas esas cabelleras y ese cuero, y no pretendían ocultarlo. Todo lo contrario, las baladas fueron uno de los motivos más claros de su éxito.