Descrito frecuentemente como un puente entre Louis Armstrong y Dizzy Gillespie, este maestro trompetista y gran conocedor de la armonía llevó el sonido de su instrumento a una desinhibición sin precedentes. Esto abrió las puertas para que el bebop pudiera comenzar su reinado en la escena musical. Su estilo inconfundible ha sido imitado por muchos, pero nadie ha logrado igualar aquella indomable intensidad que lo distinguió.