Maestro absoluto del espacio en el que el R&B terrenal se cruza y se confunde con el éxtasis ingrávido del góspel, Al Green es una de las figuras colosales del soul y quizá el más cercano a las raíces sureñas de los cantantes de su generación. Casi desde el principio de su carrera, Green escribió la mayor parte de sus éxitos, que combinan arrebatos espirituales cercanos a la improvisación con una implacable sección rítmica que suena a Memphis. Este es un repaso por algunas de sus mejores canciones, algunas en versiones tan improbables como magníficas.