Natalia Lacunza

Que Operación Triunfo sea la casilla de salida de la que parte tu trayectoria no es sinónimo de éxito fácil ni supone rendirse a los dictámenes de lo comercial. Natalia Lacunza (Pamplona, 1999) ejemplifica bien ambas cosas. Porque los años trascurridos desde que abandonara la academia en 2019 han sido de trabajo duro, de grandes decisiones y de demostrar su talento a cada paso, pero también porque, tras alcanzar su primer éxito junto a Guitarricadelafuente, la hermosísima “Nana Triste”, Lacunza ha dejado claro que la dirección hacia la que se dirige la marcan ella y su instinto y no las listas de ventas. Efectivamente, mucho ha llovido desde que escuchamos por primera vez su nombre. La artista que tenemos ante nosotros sigue seduciéndonos con su suave voz, pero su discurso se revela mucho más maduro y reflexivo. Dos EP, Otras Alas (2019) y ep2 (2020), y su deslumbrante primer larga duración, Tiene Que Ser Para Mí (2022), materializan una propuesta de fundamentos pop que, sin embargo, bebe claramente de la electrónica, el R&B y el soul, dando a luz un sonido muy personal que la posiciona entre las propuestas más interesantes de los últimos años en nuestro país.