Pocas bandas hay más inclasificables en el rock alternativo que Ween, básicamente porque ni siquiera ellos se han puesto de acuerdo nunca en las bases de su sonido. Lo único claro en la larga carrera del dúo formado por Mickey Melchiondo y Aaron Freeman es que el sentido del humor, la sátira y la experimentación son los únicos puntos de partida válidos para sus canciones. Eso les impidió ganar una gran popularidad, pero les nutrió de un culto de fans fieles entre 1987 y el 2012, ávidos de rock deforme, baladas irónicas, instrumentaciones desastradas y todo tipo de excentricidades.