Desde sus inicios en 1993, y con una colección enorme de premios y números uno a sus espaldas, Timbaland se empeñó en convertir su sonido en su marca personal. Imprescindible para entender la evolución del hip-hop en los 90, sus servicios también fueron requeridos en numerosas ocasiones por superestrellas como Destiny's Child, Missy Elliott, Nelly Furtado y Justin Timberlake.