

Santi Balmes, alma creativa de Love of Lesbian, muestra una vez más su sensibilidad como letrista a través de una playlist en la que rinde homenaje a artistas que, como él, consideran la palabra como arte. El Último de la Fila: «Ya no danzo al loco son de los tambores» (Manuel García/Quimi Portet) De pubescente enamorado de la música británica, Ya no danzo al son de los tambores me ofreció algo único en castellano. Me cautivó la lírica florida de Manolo, sus potentes imágenes y metáforas que solo pueden ser abordadas con audacia y una melodía a la altura. Para mí, esta canción es uno de los picos compositivos de El Último de la Fila, reservada para «pilotos experimentados». Al saberte al alcance de sus besos bandoleros Prendí hogueras que no supe mantener Ya no danzo loco al son de los tambores Carlos Ares: «Importante» (Carlos Ares) La letra de Importante me sorprendió, especialmente por sus imágenes. Es una canción que cubre un hueco en el pop al hablar de la arrogancia en tiempos narcisistas, poniéndonos a todos en su sitio. Me provocó esa envidia que sienten los compositores cuando piensan: «esta canción debería haberla escrito yo». Que nada se va a inmutar cuando te vayas Que las cebras seguirán teniendo rayas Se quedará en su lugar el Himalaya Astrud: «Cambio de Idea» (Manuel Martínez) Cambio de idea me produce una nostalgia difícil de evitar. Bajo su tono lúdico, esconde los dilemas de una mente joven e inquieta que tiene derecho a cambiar de idea, tanto en pensamiento como en acción. Es una canción sencilla pero muy lúcida, con una conclusión tragicómica que merece una ovación cada vez que suena. Y con estas cosas se nos va pasando el tiempo Y no estamos nunca solos No nos aburrimos nunca Mercedes Sosa: «Alfonsina y el mar» (Ariel Ramírez/Félix Luna) Esta canción, es de una belleza profunda. Rara vez se ha ilustrado el suicidio con imágenes tan hermosas. No solo el personaje se sumerge en el océano, sino también el oyente, que se ve envuelto en la tristeza de la canción. Vestida de mar Cinco sirenitas Te llevarán Por caminos de algas Y de coral Egonsoda: «Escápula» (Ferrán Pontón) Escápula es una de esas canciones que me habría encantado componer. Refleja cómo no puede haber amor sincero sin admiración, combinando fascinación visual con versos que insinúan un complejo de inferioridad y la vergüenza de reconocer que en esa persona se nos va la vida. Y como tengo problemas, para decir te quiero Por prejuicios extraños, por esnobismo agorero Xoel López: «Tierra» (Xoel López) Tierra combina una letra maravillosa con una interpretación impecable. Xoel podría emocionarnos incluso leyendo el BOE, pero aquí va más allá, condensando en pocos minutos todo lo aprendido durante sus años nómadas. La canción habla de amplitud de miras, amor por la vida y la sorpresa de lanzarse, sin miedo, hacia el abismo. Si esta canción se acaba que acabe el mundo para todos Todos somos nada; sin las palabras, dime, ¿qué nos queda? Espaldamaceta: «Ahora que la m****a ya me llega hasta los ojos» (Juan José González Nieto) Pocos la conocen, pero si alguien descubre esta canción gracias a estas líneas, me daré por satisfecho. Por favor empieza con unos versos que ya merecen admiración. Una guitarra y una voz bastan para transmitir abatimiento y crudeza, combinando rencor y caricias implícitas en la melodía, logra una ambigüedad infalible. Y has venido guapa con los ojos inundados De cosas que has vivido sin estar yo a tu lado La Cabra Mecánica y María Jiménez: «La Lista De La Compra» (Miguel Ángel Hernando) La lista de la compra es brillante. Aunque a primera vista parece sencilla, es mucho más compleja de lo que parece. Habla de esa sensación de que tu pareja merece algo más o que uno mismo merece algo mejor. Antes de esta canción, ¿había algo que hablara de eso con tanta sinceridad? Es una oda a la sencillez y a la vida real. Tú que eres tan guapa y tan lista Tú que te mereces Un príncipe, un dentista, ¡tú! Iván Ferreiro: «Tristeza» (Iván Ferreiro) Aunque Iván tiene canciones mejores, Tristeza llegó en el momento justo, cuando pensaba que no podría volver a emocionarme. Es una melodía que rezuma humildad y feliz resignación, enfrentándose a una melancolía crónica. La tristeza se presenta como una musa escondida en el alma, siempre lista para aparecer si la llamamos. Mientras tú te pintabas las uñas de los pies Sí, te veré surfear de nuevo Con tu traje de sirena Y tu tabla plateada Zahara: «Merichane» (María Zahara Gordillo) Cuando escuché Merichane, pensé que Zahara estaba haciendo un ejercicio de pornografía emocional y biográfica. Es una catarsis valiente, pues al publicar algo así, el autor enfrenta sus emociones una y otra vez. Zahara logra enfrentar sus monstruos memóricos, y con esta canción expía lo peor del ser humano: la crueldad y el abuso de poder, expresiones máximas de la injusticia. Yo estaba ahí entre las sábanas a esperas del verano, dejando de ser quién había soñado.