Al escuchar esta compilación de sus canciones más importantes, se llega a la conclusión de que Robbie Williams ha hecho siempre lo que le ha dado la gana. Es una estrella y se lo puede permitir. Desde que dejó Take That para emprender su carrera en solitario, el cantante británico no ha rendido cuentas musicales ante nadie. Y no le ha ido mal. Números uno, giras por todo el mundo, entradas agotadas, notoriedad y éxito se han sumado al premio más importante: el reconocimiento de su talento y su valía como artista.