Mike Milosh es un tipo difícil de encasillar. Las notas de prensa suelen circunscribir la música de Rhye al ámbito del R&B electrónico más envolvente y ciertamente no se equivocan, pero su etérea discografía dibuja un paisaje mucho más amplio que elude cualquier categorización y picotea en múltiples sensibilidades sonoras que van del canto gregoriano a Motown. Ambiguas y enigmáticas, canciones como “Beautiful”, “Helpless” o “Black Rain” sumergen la andrógina voz de Milosh en un conjunto de frágiles melodías que invitan a la ensoñación y embelesan los sentidos.