No es ninguna casualidad que Paul Butterfield naciera en Chicago, la capital del blues eléctrico. Ahí es donde pudo perfeccionar su estilo a la harmónica a través de grandes como Muddy Waters, de quien recogió el testigo para llevar la buena nueva del blues a una audiencia blanca y más joven. Ya fuera con Paul Butterfield's Better Days o con la Paul Butterfield Blues Band, el de Illinois abrió incontables puertas para un género que revivió de mano de los jóvenes rockeros de la generación de Woodstock.