El cubano Ovidio Crespo es, junto al sonorense Natanael Cano, uno de los máximos exponentes de los corridos tumbados que exploran el cruce de caminos entre el trap, el reggaetón y los sonidos del regional mexicano. Influenciado por las canciones de Daddy Yankee y Wisin & Yandel que devoró en su juventud y apoyado en selectos cómplices como Carolina Ross, Snow tha Product o Adriel Favela, Ovi ha sabido darle a la música urbana una vibrante vuelta de tuerca que lo distingue del resto y lo pone al frente de un nuevo sonido llamado a marcar a toda una generación.